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martes, 23 de septiembre de 2008

El Museo del Rey.

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Antonio Tarragó Ros visitó el museo con la emoción a cuestas, justificó su ausencia por la nostalgia y proyectó la construcción
El músico curuzucuateño de renombre nacional estuvo en el museo en la mañana del lunes y entre anécdotas y recuerdos brindó una conferencia inolvidable. Se mostró emocionado y habló de realizar proyectos en forma conjunta con la comuna. “Han hecho un trabajo tan lindo y con un muy buen gusto, que me sacaron esa idea de dolor que yo tenía de si volvía acá”, dijo.

Con la emoción marcada en su rostro, Antonio Tarragó Ros visitó por primera vez el Museo Tarragó Ros, ubicado en la vieja casona donde viviera el Rey del Chamamé.
Llegó cerca de las 10 de la mañana acompañado de sus músicos. Allí lo esperaban la Intendente Alicia Locatelli, el Viceintendente Eduardo Ocampo y la viuda de Tarragó Ros, Angelita Lezcano.
En primer lugar Antoñito, junto con la Jefe Comunal y el Viceintendente, se acercó hasta el predio ubicado al fondo de la casona, donde según adelantó el músico, intentarán construir un auditorio, para exponer toda nuestra cultura. Aunque primero manifestó que firmarán un convenio entre el Municipio y la Fundación naturaleza, para parquizar todo ese predio con flores autóctonas.
Luego llegó el momentos más emotivo, donde Antonio ingresó a la casona. Recibido por un interminable abrazo de Angelita, el popular músico curuzucuateño comenzó a reencontrarse con sus recuerdos.
Después se llevó a cabo la conferencia de prensa. “Sinceramente estamos muy contentos de que estés acá, orgullosos de que lleves el chamamé al mundo”, le dijo la Intendente, quien además se mostró satisfecha con el hecho de poder comenzar a proyectar cosas hacia el futuro.
A pesar de que Antoñito no suele ser afecto a la entrega de regalos, Locatelli le hizo entrega de dos presentes. “Esto es precioso, no hay nada mejor que el buen gusto de una mujer”, expresó el músico, al recibir una plaqueta muy profunda a sus recuerdos. Tambien se llevó consigo la Bandera de Curuzú Cuatiá, para que la muestre en todos los escenarios donde se presente.
Posteriormente hizo uso de la palabra Antonio Tarragó Ros, donde durante hora de recuerdos, anécdotas e historias, hizo pasar sin dudas un gran momento. “Han hecho un trabajo tan lindo y con un muy buen gusto, que me sacaron esa idea de dolor que yo tenía de si volvía acá”, dijo. “No me encontré con esa imagen de abandono, yo nunca vine. Desde guri, cuando me fui de esta casa, aún viviendo en Curuzú Cuatiá, yo evitaba pasar por acá. Lo evitaba cuando era sodero, cuando andaba con Gualberto; porque me producía dolor”, decía Antonio, quien fue interrumpido una y otra vez por los aplausos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias estimado GC por publicar esta nota. Imagino la emoción de Antonio al volver a Curuzú despues de tanto tiempo. Antonio es el embajador natural para dar impulso definitivo a este estilo de chamamé, y también para impulsar y difundir la manera sencilla de vivir que nos legara el gran Maestro Don Tarragó Ros. Muchas gracias nuevamente amigo GC por haber creado esta página, es dificil traducir en palabras lo que se siente, vos como tarragocero de ley lo entendés perfectamente. Un gran abrazo.
Rubén

Tarragoseando (Mixcloud)

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